Poppy.computer

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Cuando Poppy apareció por primera vez en youtube era un personaje muy distinto al que es hoy en día. En sus primeros vídeos mantenía un tono de voz tímido y decía que odiaba la música. Con el paso del tiempo, no obstante, la búsqueda de la fama, la influencia de la tecnología y el control de su discográfica la han transformado en un ser casi perfecto, pero a la vez completamente artificial.

That Poppy, o simplemente Poppy, es un proyecto artístico iniciado por el director Titanic Sinclair en el año 2014. Mediante una serie de vídeos cortos en su canal de youtube, Titanic busca explorar y satirizar el mundo de la música pop, de los ídolos adolescentes, y de la fama. A lo largo de los años, el trabajo conjunto que realizan él y Poppy, la chica de pasado desconocido que da nombre al proyecto, ha fascinado a todo internet y se ha ganado un seguimiento que ellos mismos califican de sectario.

Además de explorar estos conceptos a través de vídeos experimentales, el dúo ha producido un EP llamado Bubblebath, así como un álbum completo llamado Poppy.Computer. Mientras que su primera incursión en el mundo de la música aportaba algunas pistas sobre el trasfondo del personaje, el álbum debut que da nombre a este análisis deja esto de lado para centrarse en los temas clave del proyecto: la tecnología, la fama, y la música pop.

El sonido del dúo se aleja cada vez más del pop indie de sus primeros trabajos para entrar en el terreno del “bubblegum pop”. Este género musical se caracteriza por sus melodías repetitivas, una producción al estilo cadena de montaje y unas letras (en apariencia) insustanciales. Sin embargo, bajo esta apariencia sintética, el álbum esconde una buena cantidad de sátira que merece la pena observar.

El disco abre con el tema I’m Poppy, canción que nos da la bienvenida a un “nuevo mundo” en referencia al cambio que ha significado el avance de la tecnología. Poppy se presenta como “nuestra chica de internet”, e insta a sus fans a repetir con ella su nombre letra por letra. Con esto, Titanic y ella están intentando grabar el nombre de la artista en las mentes de quienes escuchan la canción, de la misma forma que el márketing intenta hacer que eslóganes y frases simples calen en la audiencia.

Las tres siguientes canciones del disco Let’s make a video, Bleach Blonde Baby y Moshi Moshi son un comentario sobre la importancia de la estética y la imagen que damos a los demás. En la primera, Poppy canta sobre cómo la generación joven pasa una gran parte de su tiempo haciéndose fotos para las redes sociales queriendo parecer perfectos pero “no demasiado típicos”, cuando realmente lo único que hacen es seguir las modas establecidas. En una entrevista de la web Genius sobre Moshi Moshi, la cantante dijo:

"Siempre me he sentido una chica poderosa. Para mí, una chica normal es una chica aburrida" - Poppy

Bleach Blonde Baby muestra un enfoque diferente al concepto de las apariencias. La juventud deja de ser el principal objeto de crítica, y pasa a parodiar la obsesión de los famosos por su imagen, quienes intentan parecer naturales cuando realmente gastan miles de dólares en cuidar su aspecto. Así, Poppy asegura que sus largas pestañas son naturales, que nació para ser cantante de pop, que su sangre es de color rosa, y se queja del peso que le supone ser tan perfecta.

El single Computer Boy, lanzado antes de la salida del disco, habla sobre la relación que tiene Poppy con su ordenador. La adicción a la tecnología es el tema central de esta canción, donde Poppy asegura no necesitar ninguna relación humana teniendo su PC. El vínculo entre ella y el aparato se muestra desde un punto de vista romántico, cuando en realidad es completamente unidireccional ya que se trata de un objeto inanimado.

"I'm trying not to get attached to you (attached to you)
But no one else gets me like you do (like you do)
When you glow on my face you make me come alive
I want your floppy disk to be my hard drive"

My Style, aunque encierra menos significado que el resto de pistas del álbum, no intenta esconder que la fama y el dinero son el principal motivo por el que Poppy hace su música. En el estribillo se usa su nombre de maneras contradictorias, de forma que no sabemos claramente si es en referencia a la persona, al proyecto, o a un concepto distinto. Además, en varias ocasiones a lo largo de la letra, la cantante pide desesperadamente la atención de sus fans. Estos temas vuelven en la siguiente canción Fuzzy, donde Poppy confiesa que, aún teniendo fama y dinero, siente que se está perdiendo algo que tienen el resto de personas normales. De acuerdo a la letra del estribillo, lo que Poppy echa en falta es saber lo que es sentirse querida realmente.

La canción Interweb, antepenúltima en el disco, trata el lado oscuro de internet y el riesgo de conocer gente online. A lo largo de la letra hay referencias al phishing, a cómo con las redes sociales estamos constantemente vigilados, y a cómo la tecnología forma una parte tan grande de nuestras vidas que es ya prácticamente parte de nosotros mismos. Es también la canción más disonante, aunque no hasta el punto de hacerse difícil de escuchar.

Cerca del final del álbum tenemos Software Update, canción que denota una pequeña evolución del personaje. Llegados a este punto, Poppy se ha acabado dando cuenta de que su ordenador no es suficiente para suplir una relación humana real. “He’s a fine, fine hologram. Oh, but he’ll never be a real man”.

Finalmente, llegamos a la última canción. En Pop music, irónicamente la única grabada en acústico, Titanic y Poppy muestran que son autoconscientes de la simpleza de su música. Actúa a la vez como homenaje a la música pop, y como reafirmación de su artificialidad y su inevitable carácter comercial. Esto se encapsula en la frase “Somebody told me I should follow where the money goes”, verso que hace referencia a la trayectoria del personaje a lo largo de todo el proyecto, así como a la de su estilo musical. Poco queda de la Poppy que hacía versiones de canciones de Mac Demarco. En su lugar, quienes seguimos al dúo desde hace tiempo hemos visto florecer a una de las artistas más interesantes del panorama pop actual.

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Poppy y Titanic Sinclair

Si algo han demostrado estos dos artistas es que en todo género musical hay espacio para la innovación. La crítica social subyacente hace memorable un disco que, sin este elemento, probablemente pasaría desapercibido, y mediante el canal de youtube y la trama que evoluciona en tiempo real han creado una experiencia transmedia que no se había visto anteriormente en el mundo de la música. No sabemos hacia dónde se dirigirá ahora este proyecto; mientras tanto, no tenemos más opción que esperar con expectación.

Eso, y repetir todos juntos:

Poppy.Computer está disponible para su compra y streaming en la mayoría de plataformas digitales.

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